..FILCOM..
Sexismo
El sexismo en los medios de comunicación
Cecilia Ríos
Lenguaje sexista: es cuando se emiten mensajes discriminatorios por razón de sexo lo cual se evidencia a partir de las palabras escogidas, modos de estructurarlas o a su fondo (ideas).
Formas de sexismo:
Androcentrismo: Se toma al hombre como referente de todo el género humano. Consiste en ver el mundo desde lo masculino, tomando al varón de la especie como parámetro o modelo del género humano. Según García Meseguer, “se fomenta así en el subconsciente el fenómeno de identificación de la parte con el todo, el varón con la persona; y como secuela se produce una ocultación de la mujer”.
Ejemplo:
“Todos, desde los jefes hasta los guardias y sus mujeres, escuchan las tertulias radiofónicas” (El País, 5 de noviembre de 2007).
Sobre especificidad: Consiste en presentar como específico de un sexo, ciertas necesidades, actitudes e intereses que en realidad son de ambos. Por ejemplo, el cuidado y educación de los hijos se le asigna únicamente a la mujer cuando debe ser una tarea compartida. Esto obedece a los roles impuestos a cada sexo.
Estereotipos: Imágenes sólo de mujeres “femeninas”, “dulces”, “cariñosas” cuyo objetivo vital es crear un ambiente agradable en el hogar. Por otra parte, las que aparecen como envidiosas, mandonas o chismosas.
Invisibilización, subvaloración o crítica a los logros alcanzados por las mujeres.
Olvidan los valores intelectuales de las mujeres interesándose sólo por los físicos. Belleza como clave del éxito social. A diferencia de los hombres, que son presentados como expertos y fuentes de información.
El patriarcado: Ideología de construcción cultural donde el hombre ostenta el poder y supremacía sobre la mujer. Al varón o a lo masculino, en general, se le asigna un papel activo, de fuerza, de poder económico e intelectual, destinado al ámbito público; mientras que la mujer es pasiva, dependiente, doméstica, etcétera.
En cuanto a las informaciones relativas a los intereses de las mujeres, ya sea que las tengan por protagonistas o como destinatarias de medidas relativas a sus intereses o derechos más específicos, es sabido que difícilmente encuentran lugar en las páginas destinadas a Información General de un periódico, sino generalmente en aquellos espacios o secciones específicas `para la mujer'.
Este elemento puede ser considerado parte de la estrategia de segmentación de públicos, por lo tanto, sería una mera atención a los distintos intereses de cada grupo de lectores que contemplan las pautas modernas del periodismo. Resulta vacío cuando se comprueba que en su totalidad, todo aquello que en la información es vinculado de un modo u otro con el universo femenino, entra en la categoría de las "soft news", es decir, de segunda o tercera importancia. Se abordan exclusivamente temas referentes a belleza, moda, farándula, hogar, salud, etc.
Hacia un lenguaje no sexista
Cuidar que el mensaje enviado no discrimine a ninguna facción o grupo.
Ejemplo: Hombres---- personas, gente, individuos, seres humanos… Profesores---- profesorado, docentes
Considerar a las mujeres como fuente de información, no sólo objeto de información.
El papel de la mujer: En los reportajes sobre pueblos, países, etnias… no se debe olvidar la importancia de la mujer en esas sociedades, sobre todo si sufre discriminación legal o social. No se habrá completado un buen reportaje si se excluye de él a la mitad de la población.
Ojo a los ejemplos y representaciones: Cuando el periodista tenga necesidad de acudir a un ejemplo, debe evitar los estereotipos de repartos de tareas entre hombres y mujeres.
Obviar el uso exclusivo del masculino para referirse a oficios, cargos, entre otros, especialmente cuando quien lo desempeña es una mujer.
Como norma general, aplicar la “regla de inversión”, es decir, sustituir la palabra de un determinado género por su correspondiente del género opuesto y observar que si la segunda frase es ofensiva para uno de los dos sexos, seguro que la primera también.
Imágenes:
Debe tenderse al equilibrio numérico entre las fotografías de protagonistas masculinos y femeninos.
En las fotos sobre infantes, colegios, parques, se ha de evitar la representación de los papeles tradicionales: los niños juegan con carros y las niñas con muñecas.
En el hogar se debe huir de representar a las mujeres en la cocina y a los hombres con el periódico.
Las ilustraciones de algún deporte o de una actividad de ocio, se deberá recurrir, de la misma forma, a fotos de mujeres que practican esa actividad.
Las actividades profesionales no están desempeñadas únicamente por hombres. Hay que tomar en cuenta a las mujeres.
Evitar presentar a las mujeres únicamente en virtud de su atractivo físico.