Incomunicabilidad

Incomunicabilidad

Existen factores que intervienen en la comunicación que pueden ser humanos o no humanos.

Estos factores son: la fuente, que origina la información aún sin codificar; el emisor, quien toma y elabora la información según un código determinado para transmitir el mensaje; el código o el conjunto de signos y reglas de combinación de los mismos, que sirve para transmitir una información o fuente según un sistema simbólico comprensible o descifrable para el emisor y el receptor; el mensaje o la información que se originó en la fuente pero ya codificada; la señal emitida o la intensidad de la transmisión una vez que sale del emisor, que llega y se recoge por el receptor; el canal o el medio físico a través del cual se transmite el mensaje; el ruido o todo elemento, físico o psíquico, que provoca una pérdida o distorsión en el contenido o forma del mensaje; y la redundancia o la repetición recurrente de informaciones que se realiza en el mensaje a fin de que las alteraciones, distorsiones y pérdidas de información provocadas por el ruido no originen una fuga de información relevante.

Otros factores dentro del proceso de la comunicación son: el contexto  o el conocimiento de una serie de circunstancias lingüísticas que ha de tener el mensaje para poder ser entendido cabalmente; la situación o  el marco físico, temporal y espacial, de naturaleza extralingüística, en que se desarrolla el proceso comunicativo, a veces esencial para interpretar correctamente un mensaje; el perceptor o aquello a que va destinado el mensaje, no es necesariamente un elemento que descifre el contenido; y el receptor, quien recibe y descifra el mensaje codificado por el emisor usando el mismo código con que fue cifrado si la transmisión es ideal.

Hay que señalar que toda comunicación posee un contenido y una relación. El nivel de contenido  de un mensaje transmite información, los datos. El nivel de relación se refiere a cómo la comunicación permite definir el tipo de vínculo que se pretende establecer con el interlocutor. El nivel de relación plantea cómo debe entenderse una comunicación.

En la comunicación humana se distinguen dos tipos de lenguaje: el digital y el analógico. El primero se transmite a través de símbolos lingüísticos o escritos y que es el vehículo del contenido de la comunicación. El segundo se determinará por la conducta no verbal y es el vehículo de la relación.

En la comunicación digital  la palabra es una convención semántica del lenguaje; no existe correlación entre la palabra y lo que representa. En la comunicación analógica hay algo particularmente similar a la cosa en lo que se utiliza para expresarla.

La misma comunicación puede convertirse en el tema de una comunicación y a ésta característica de le denomina metacomunicación.  Ésta servirá para  definir la relación cuando la comunicación haya sido confusa o ambivalente

Toda comunicación implica compromiso para quien la recibe, pudiendo rechazar, aceptar o descalificar la comunicación. Un individuo A puede ofrecer a un individuo B una definición de sí misma, a lo cual se podría esperar tres respuestas posibles, inherentes a la naturaleza de la comunicación humana. Estas respuestas pueden ser: una confirmación o aceptación; rechazo, que no necesariamente niega el planteamiento del individuo A, puesto que podría haber un reconocimiento limitado de lo rechazado; desconfirmación, que niega totalmente el planteamiento del individuo A.

Hay que destacar que una sociedad se considera humana en la medida en que sus miembros se confirman entre sí. El ser humano tiene la capacidad innata para confirmar a sus semejantes. Una persona en una sociedad en la que  es desconfirmada se alienaría.

En un proceso de comunicación en el que existen varios intercambios de mensajes tenderá a una distorsión de la realidad. Puesto que cada persona podría tener visiones dispares de su experiencia en común. Estas discrepancias de puntuación surgen en aquellos casos en los que por lo menos uno de los comunicantes no cuenta con la misma cantidad de información  que el otro, pero sin saberlo.

Existen dos categorías de relaciones: complementarias o simétricas. En el primer caso, la conducta de uno de los participantes complementa la del otro; en el segundo caso, los participantes tienden a igualar especialmente su conducta recíproca. Por lo tanto, Estas relaciones se basan en la diferencia (complementarias), o en la igualdad (simétricas).

En las relaciones complementarias cada uno de los participantes de la comunicación se comporta de forma que presupone la conducta del otro. La relación simétrica puede estar definida por el contexto y puede haber peligro de competencia o rivalidad. Los conceptos de complementariedad y simetría deben estar presentes, alterando o actuando en distintas áreas.

Elaborado por: Rosa Amanda Mairena Uriarte

Filología y Comunicación-  IV año Turno Matutino